- Hola- Dijo Mónica agobiada- ¡Por favor vengan rápido! Una chica se ha puesto a disparar y hay dos heridos, ella y...- Se le nublaron los ojos al decirlo- Y Daniel Fernández...
- ¡¿Daniel Fernández?! ¿El famoso?- Preguntó la del hospital- Ahora mismo mandamos para allá dos ambulancias. ¿Dónde te encuentras?
- En la calle Martínez Villadangos, vengan rápido por favor.
- Tranquila, ya van para allá las ambulancias. ¿Tú te encuentras bien?
- Sí, yo estoy bien.
- Muy bien, ya van para allá las ambulancias, dentro de un rato estarán allí.
- Vale, muchas gracias.
- De nada, adios.
- Adios.
Mónica colgó y guardó de nuevo el móvil en su bolsillo.
- ¿Qué te han dicho?- Le preguntó preocupada Andrea a Mónica.
- Que ya vienen para acá.
- Lo... siento- Dijo Andrea echándose a llorar- Yo... No quería que ésto pasara...
Mónica le sonrió levemente.
- No pasa nada... No lo hiciste con mala intención...
Andrea le cogió la mano a Dani, le miró tristemente. No podía creer que estuviera así.
Mónica también mira a Dani entristecida.
- Te quiero...
- Todas le queremos- Dice Andrea limpiándose las lágrimas.
"Sí... Pero lo mío es distinto..."- Pensó Mónica.
Al rato apareció por la esquina de la calle la ambulancia. Al llegar, las dos se apartaron y dejaron paso a los médicos.
Andrea miraba con lágrimas en los ojos como se llevaban a Dani en la ambulancia. Aquel cuerpo apenas con vida, herido de bala... Por su culpa... Eso era lo que más le agonizaba por dentro. A su ídolo le dispararon por su culpa... Una lágrima recorre su rostro acabándose en sus manos. No puede creerse lo que ha pasado. Su sensación de culpalidad va aumentando por minutos al igual que su tristeza.
A su lado, Mónica mira con gran odio como se llevan también a Keyla. Si fuera por ella la dejaba allí, tirada en el suelo.
Ha visto también como se llevaban a Daniel, y se le ha venido el mundo encima... Está derrumbada... Él, su vida... su alegría de cada día... Dani... Está...-Le cae una lágrima-... apenas con vida...
Y todo por Keyla, esa estúpida que ha hecho que su vida ya no tenga sentido... Sin Dani ya no lo tiene...
Mira a Andrea y ve que está llorando. La pobre, se siente culpable de todo esto... Sonríe levemente. Sabe que Andrea es una buena chica y que lo hizo sin mala intención. Es normal que cuando ves a tu ídolo te pones histérica y quieres ploclamarlo a los cuatro vientos. Lo malo es que cuando Andrea hizo eso, no sabía que al decir que Dani estaba ahí... Lo matarían... Le cae muy bien Andrea y sabe que en este momento, ella necesita mucho apoyo.
- Ey...- Intenta tranquilizarla.- Tranquila... Se... Pondrá bien- Esboza una pequeña sonrisa, sabe que para que Dani salga de ésta tiene que ocurrir un milagro, pero debe consolar a Andrea.
- ¿Tu crees?- Dice Andrea con lágrimas en los ojos.
- Sí...- Le pone la mano en el hombro- Tranquila.. Él es muy fuer...
- Lo siento...- Dice Andrea cortando a Mónica- Yo... Lo siento de verdad... Sé que en este momento me tienes que odiar por lo que he hecho y... - Comienza a llorar de nuevo.
- ¿Odiar? - Mónica le sonríe- ¿Por qué te iba a odiar? Es normal que cuando viste a Dani, te pusieras así y... Bueno, la mala suerte es que estaba Keyla y...- Se le nublan los ojos- ¡Si es que la culpa la tengo yo...! No debería haber dejado que viniese... Keyla me advirtió de que si Dani iba lo mataría... Y yo voy y le dejo que vaya...- Comienza a llorar- Toda la culpa es mía... Toda...
- Ey... la culpa no es tuya... ni mía... ni de nadie... Bueno sí, de esa tal... ¿Como dices que se llamaba?
- Keyla...- Dice Mónica entre lágrimas.
- Pues eso, ella es la única culpable... Tú no tienes la culpa de nada...- La abraza y le sonríe.
- Gracias- Se seca las lágrimas- Eres una gran amiga.
- Y tú.- Le sonríe de nuevo.
- Ey, chicas- Les llama el de la ambulancia- Ya nos los llevamos al hospital. Vendrá un taxi a por vosotras que os llevará al hospital, ¿de acuerdo?
- Sí, muchas gracias- Dice Mónica.
- Y tranquilas... Se pondrán bien...- Les sonríe.
- Eso espero...- Andrea esboza una pequeña sonrisa.
El de la ambulancia se despide y se van hacia el hospital.
Mónica y Andrea se quedan allí, esperando al taxi, mientras que escuchan de fondo el ruido de la sirena de la ambulancia.
ME ENCANTA.
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