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Mónica García

Mónica García
El amor...

Daniel Fernández

Daniel Fernández
... Más imposible del mundo

domingo, 29 de enero de 2012

Capítulo 11 Flashbacks. Un mundo desconocido

- Él era muy importante para ti, ¿verdad?.- Le pregunta uno de ellos.
Ella le mira y se queda en silencio.
¿Era? ¿Es que acaso ha muerto? Una nueva y fuerte punzada en el corazón. De dolor. Mucho dolor. Pero no el típico dolor que sientes tras una herida, bueno sí. Su alma y su corazón están heridos, pero sabe distinguir perfectamente un tipo de dolor del otro, y sabe que esta situación, si sigue así, acabará con ella.
De nuevo miles y miles de lágrimas descienden por su rostro sin poder pronunciar palabra.
Muerto. ¿Y si estuviera muerto? ¡¡NO!! ¡No por favor! <<No digas tonterías, Mónica>>- Se repite una y otra vez para quitarse aquella espantosa idea de la cabeza.
Se tapa la cara con las manos. Todo esto le puede, le sobrepasa.
¡Qué tonta! Cuando iban camino del baño pensó que no lloraría más y mira...
Pero ahora no puede parar. Es como si algo le apretara el alma con todas sus fuerzas, como si quisiera soltar todo lo que en el pasado no soltó, como si quisiera acabar con ella.
<<Pues no sería mala idea>>- Piensa- <<Así... Al menos estaría con él...>>
Cierra los ojos fuertemente y le empiezan a venir flashback de hace unas horas. Las suficientes como para poder recordar los momentos en los que estaba aún con él.
<<Le aparta la silla dándole paso a que se siente. - Ya se puede sentar la princesa- Le sonríe con una de sus mejores sonrisas. ''La princesa'' qué tonto- piensa ella mientras toma asiento y también le regala una sonrisa cariñosa.>>
Sonríe levemente por el pequeño recuerdo.
Otro flashback pasa por su mente:
<<Ve que él también ha entrado en la cocina y le mira con preocupación. -Mónica voy a ir contigo a eso.
Ella se sobresalta, no quiere que le pase nada. - ¡¿Qué?! No, ¿y si te pasara algo? No me perdonaría nunca.- una nueva mirada a él, esperando su respuesta. - No me pasará nada, tranquila...>>
La tristeza vuelve a ella. ''Si te pasara algo... Jamás me lo perdonaría.>> ¿Y ahora? Por desgracia todo se vino en su contra y resultó que ahora su frase hacia Daniel ha perdido todo su sentido. ¿No debe perdonarse por todo lo que ha pasado? Sí, eso es. No cumplió y ahora es ella quién no se perdona todo lo que le ha pasado.
<< Le mira y observa aquel cuerpo tumbado en la cama, inmóvil, quieto y con demasiados cables y máquinas a su alrededor. Las lágrimas no cesan. Tampoco es que ella le haya puesto mucho interés en hacerlas parar. No puede. Le es imposible viéndole así. ¿No tuvo una pesadilla como esta hace algún tiempo? Sí y al tener su recuerdo una de las miles punzadas en el alma vuelve hacia ella. Observa su brazo y sin pensárselo dos veces, se pellizca. -¡Ay!- Pues no. No está soñando...
Y si al menos el médico no hubiera sido tan escueto con su diagnóstico, estaría más... No, ni aún así estaría más tranquila... ¿En coma? Él... no puede estar tan... grave. Le mira de nuevo y aprieta los labios para intentar aguantar las próximas lágrimas, cosa que no funciona.>>
Vale, ya no puede más... Se acabaron los flashback... Se acabó todo...
Mira de nuevo a los periodistas y les sonríe como puede. Es increíble como puedes ver los recuerdos de los últimos días... En tan sólo un segundo. Es increíble... como se puede sentir tanto en tan poco tiempo.
- Sí, él es...- Empieza a decir resaltando el 'Es'- Él es mi vida... Y sin él, yo...- una nueva mirada a la prensa- Esto ya es demasiado para mí... Yo... Yo pensaba que podría aguantar pero no- Hace una leve pausa y prosigue, ante la atenta espectación de los periodistas- Saber que él está... Bueno ya saben... Pues me mata por dentro... Todo esto está acabando conmigo poco a poco... Sin él mi vida ya no tiene sentido... Él me hacía sonreír tanto como nunca hayan podido imaginar. Él era capaz de hacerme sentirme bien con tan solo una mirada y... bueno es mi ídolo... Y ¿quién no ha tenido jamás un ídolo? Un ídolo por el que se da la vida. Un ídolo por el que matarías si hiciera falta... Y esta vez hizo falta y... Yo no pude hacer nada por arreglarlo...- De nuevo esa sensación de... angustia, por denominarlo de alguna manera.- Y sé que ustedes quieren ir allí, a su habitación a ver o sacar imágenes y alguna que otra exclusiva... Pero lo único que pueden conseguir yendo allí es que empeore y... - De nuevo una riada de lágrimas por su rostro.- Si empeorase moriría... Por favor... No vayan allí...- Les mira- Por favor...
Los periodistas se miran entre ellos y asienten. No irán... Pero tendrán que hablar con alguien más para que le detallen más la exclusiva.
Andrea les mira sonriente, les van a hacer caso. No se lo puede creer. Siempre ha pensado que los reporteros eran personas a las que no les importara lo que pasara y las consecuencias que traería, solo se limitaban a ir a aquel sitio y sacar imágenes. Personas sin corazón y sentimientos. Pero ahora se ha quedado sorprendida, le han caído muy bien.

- Vale, no iremos.- El periodista les sonríe.- Pero necesitamos que alguien más nos detalle más todo esto.
Andrea y Mónica se miran instintivamente.
- Javier podría ayudaros. Él seguro que sabe más que nosotras.- Andrea se levanta y guía a los periodistas hacia allí.
- Gracias chicas- Una de las reporteras se despide de ellas.- Y tranquilas, veréis como todo al final sale bien.- Una pequeña sonrisa y se va.

Andrea le sonríe y vuelve junto a Mónica, que permanece sentada en aquel banco.
- ¿Has visto? ¡Te han hecho caso Móni!- Se sienta junto a ella y apoya la mano en su hombro.
Mónica le mira tritemente, pero no quiere que Andrea se sienta mal, así que sonríe y dice:
- ¿Móni? ¿Así que ahora me llamas Móni?
- ¿No te gusta?
- Sí, sí, pero... No sé, me has... Sorprendido...
Las dos sonríen.
- Deberíamos irnos ya para la sala de espera.
Andrea asiente, se levantan y se dirigen hacia allí.

~Más tarde, en una habitación del hospital...

''¿Do-Dónde estoy? Mi vista se va adaptando poco a poco... ¿Qué... se supone que es esto? ¿Qué está pasando?''
No sabía dónde estaba, ni por qué. Miré a mi alrededor, todo era... blanco, al igual que mi vestimenta...
¿Habré...? No, no puede ser... ¿o sí?
Empecé a andar sin saber a donde iba, sabía que este lugar no me llevaría a ninguna parte, no tenía fin.
Me sentía... No sé... Débil, sin fuerzas.

Seguí andando, y frente a mí apareció una pequeña bolita de cristal flotando en el aire. Volaba como insinuando que la cogiera. Y eso fue lo que hice. Me acerqué hasta ella con sigilo, todo esto era demasiado extraño. La bolita volaba y volaba dando pequeñas vueltas frente a mí. Al fin conseguí cogerla y fue entonces cuando...
- Ahhh!!!
Un gran agujero se desquebrajó bajo mis pies haciendo que me cayera por aquel socavón sin fin.
A medida que iba cayendo se oían voces, muchas voces, y empecé a ver imágenes y trozos de mi vida. Allí estaba ella, tan preciosa y perfecta como siempre... Mónica, como la echaba de menos...
- AHH!
Al fin caí en un terreno desconocido. Todo era de color púrpura, mi color favorito. Era muy... atípico. Me levanté con cuidado y volví a mirar a mi alrededor. Color púrpura por todas partes, menos yo, que seguía vestido de blanco... Y ese olor a... ¡Vainilla! ¡El perfume de ella! ¿Cómo podía estar pasando esto?
De nuevo empecé a oír voces al fondo de aquel excéntrico lugar. Me acerqué hacia esas voces lentamente, con sigilo... A medida que me iba acercando, el olor al perfume de Mónica iba aumentando. Era como si me quisieran guiar hasta allí.

Llegué a aquel sitio y, de repente, todo cambió de color bruscamente, todo cambió al color más oscuro, al negro.
El olor del perfume de Mónica cesó y, de repente, un gran resplandor de luz se abrió al final de aquel lugar. Noté una presencia junto a él y corrí hasta allí.
Mi presagio de aquella presencia era cierto, había una persona más allí, pero no conseguía distinguirla.
A medida que me iba acercando hacia allí, pude ver quién era. No me lo podía creer... ¿Esa no era...?
- ¿Mónica?.
Ella miró hacia mí rápidamente y se puso pálida.
-¿Da-Dani eres tú?- Corrió hacia mí con lágrimas en los ojos.
- Mónica... ¿de verdad eres tú?- La abracé tiernamente- No sabes la angustia que he pasado... La idea de que te pudiera pasar algo... me aturdía...
 Ella me miró.
- Dani... Yo...- Un gran riachuelo de lágrimas se precipitaban por sus párpados.- ¿Por qué vas vestido de blanco...? ¿No me digas qué..?- Se puso más pálida aún.
- No lo sé Móni... No lo sé... Ni siquiera sé donde estoy...
- ¿Me estás diciendo que cabe la posibilidad de que hayas muerto?
- Mónica yo...- Todo se empezó a desvanecer al igual que ella.
- Dani, ¡¿Qué pasa?!- Ella empezó a desvanecerse al igual que aquel mundo.
- ¡MÓNICA!- Como no sabía si la volvería a ver me limité a gritar.- ¡Mónica te quiero! ¡Espero no haber muerto para volverte a ver!
Ella también me dijo algo que no conseguí comprender, ya estaba demasiado lejos.
Espero que no le haya pasado nada... La quiero tanto...

domingo, 22 de enero de 2012

Capítulo 10 La prensa

Mónica y Andrea andan por el pasillo principal de vuelta a la segunda planta.
Hay muchísima gente corriendo de un lado para otro. Muchas de aquellas personas con cámaras, de fotos y de video.
Andrea observa la escena sorprendida. ¿Esas cámaras no son cómo las de la tele? ¿Qué hace tanta gente con ellas y...
- ¿Dónde irán?- Le pregunta a Mónica.
Mónica no escucha a Andrea, también mira a aquella gente. Ella sí sabe por lo que están allí. Se pone seria. Esa gente van a ver a Daniel o por lo menos a saber algo sobre su estado. No le hace gracia que aquella gente entren a la habitación de Daniel. Sabe, o por lo menos intuye, que aquellos periodistas lo único que pueden conseguir es que empeore, y recuerda con frialdad lo que les dijo el médico sobre eso: ''Él está muy grave... Y si empeorase, moriría...''
Mónica se pone pálida de nuevo, no va a dejar que eso ocurra. No va a dejar que los periodistas entren allí.
Les mira firme y molestamente y...
- Mónica, ¿me has escuchado?
Mónica mira rápidamente a Andrea y la coge de la mano rápidamente.
- Ven, sígueme.
- ¿Qué? ¿Pero adónde vamos?- pregunta Andrea aturdida.
- Tú sígueme.
 Van andando hasta un grupo de ellos y a medida que se van acercando, los periodistas se fijan en Mónica con espectación.
Las chicas llegan hasta ellos y antes de que Mónica pueda decir nada, uno de ellos les saluda sorprendido.
- Tú... Tú eres Mónica, ¿verdad? Mónica García.-Sonríe estupefacto.
Mónica se queda sorprendida al ver el reconocimiento de aquel periodista.
- S-sí... Soy... soy yo. ¿Cómo es que me con...
Pero antes de que Mónica pueda acabar su frase el periodista grita eufórico:
- ¡Chicos, chicos! ¡¡Es ella, es ella!!- Señala a Mónica victorioso llamando a sus compañeros y al resto de la prensa.- ¡Es la novia de Daniel Fernández!
Todos van rápidamente junto a las chicas. Corriendo, acercan sus micros hacia Mónica mareándola a preguntas sobre ella, su relación con Daniel y el estado de él en ese momento.
Mónica se sobresalta al ver tanta gente junto a ella y se intenta apartase sin conseguirlo.
- ¿Confirmas que tú y Daniel Fernández estáis saliendo juntos?- Un micro de TVE se acerca bruscamente hacia ella.
Andrea queda atónita por la pregunta.
- ¿Juntos? ¡Dani y tú no estáis juntos!
Mónica mira a Andrea rápidamente y le da un codazo para que se caye.
- ¿Desde cuando estás con él?
- ¿Cómo llevas lo de que a Daniel le hayan disparado?
Una tras otra, las preguntas sobre ella y el estado del famoso vuelan por el pasillo.
- Pero... ¿Entonces es verdad que estáis juntos? ¡No me lo puedo creer!- Andrea mira a Mónica con una gran sonrisa de sorpresa.
Esta asiente y vuelve a mirar a los periodistas que siguen masacrándolas a preguntas.
- Por favor, ¡aquí, aquí!- Grita otra de las reporteras desesperada.
Mónica al ver, que no se darán por vencidos le asiente y espera a que esta le haga la pregunta, cosa que no tarda ni un segundo.
- ¿Nos podrías contar algo sobre el estado de él? ¿Como se encuentra? Por favor, para Antena 3 noticias- La reportera acerca el micro a Mónica.
- Eh... No-nosotras no sabemos mucho aún... Los médicos todavía están...-se le empañan los ojos por las lágrimas acumuladas- ... viéndole. Sólo sabemos que... - Una rápida mirada a cámara y de nuevo a ella.- Que... Está bastante grave y...- Le cuesta mucho seguir por las ganas de llorar que la están invadiendo de nuevo- Y que... le va a costar mucho recuperarse...- mira a la reportera como puede- Eso es todo lo que sabemos.- Sonríe sin ganas.
La reportera de A3 retira el micro y otro periodista reclama a Mónica una nueva pregunta.
- ¡Mónica! ¡Aquí, por favor!
Esta asiente y él le acerca el micro.
- Muchas gracias, desde Cuatro.- Le sonríe y empieza a formular su pregunta.- Ahora que ya sabemos como está Daniel... Pasemos a ti. Dinos. ¿Cómo te encuentras? ¿Cómo te sientes al saber que Daniel está en...? Bueno ya sabes...
Mónica mira al chico abatida por las preguntas. Cada una de ellas han sido como puñaladas en su corazón.
- Eh... Bueno, yo...- Sin darse cuenta, una lágrima se derrama en sus párpados.- Yo...
Andrea se da cuenta de que está a punto de echarse a llorar e intenta consolarla.
- Venga Mónica, aguanta- Le dice en voz baja y cariñosamente le sonríe.
Mónica le mira a ella y luego a los periodistas.
- Yo... Él...- Siente una gran punzada en corazón, ya no puede más. No puede aguantar más su tristeza y se echa a llorar.- Lo siento... N-no puedo seguir... Es por...
- Tranquila, no pasa nada. Es normal.- El periodista le sonríe tiernamente y le acerca un pañuelo.- Ten anda, te hará falta.
Es Andrea quien lo coge, ella no tiene fuerzas ni para eso.
- Venga cuqui, tranquila- Andrea la abraza.
Mónica se acerca a un banco y se sienta. No puede más, no puede más con esto. Toda esta situación le puede. ¿Por qué no le pasará como a Andrea? ¿Por qué no se desmaya? Así por lo menos no sentiría la angustia de ahora. ¿Angustia? Ni siquiera sabe como denominar lo que siente.
Toda la prensa se acerca con cuidado junto a ella de nuevo. Pero esta vez sin formar escándalo, sin acribillarla a preguntas. Ahora se agachan, en silencio. Apagan sus cámaras y sus micros. Saben que esto la inquieta más. Se juntan a su lado para intentar consolar a aquella chica que parece que no parará de sollozar nunca.
- Él era muy importante para ti, ¿verdad?.- Le pregunta uno de ellos.
Ella le mira y se queda en silencio.


sábado, 21 de enero de 2012

Ya estamos en twitter!!

Sí amigos, la novela ya tiene twitter. Ha costado, pero por fin pueden seguirla también desde una de las mejores redes sociales.
Si quieres ser tú el próximo en seguir la novela del amor fanático~ síguenos en @unamorfanatico :) En un simple click en seguir puedes formar parte de esto.
Y para los que tadavía  no se han dado cuenta, hemos cambiado el link del blog. Ahora es http://unamorfanatico.blogspot.com/ .
Bueno cuquis, les dejo.
Hasta el próximo capítulo que espero que os guste tanto como los anteriores ;)
Un besote <3

domingo, 8 de enero de 2012

Capítulo 9 Triste realidad



Tristeza, agonía, desesperación, aflición, amargura... Y miles de adjetivos más en los que Mónica se cobija.
No sabe cómo describir lo que siente en ese momento.
Mira a través del cristal... Desolada por la estampa que hay a través de él.
Apoyada en él, llora amargamente... En silencio.
Su mundo se ha parado. No le importa nada de lo que esté pasando en el exterior. No escucha, ni quiere. Ella sólo puede contemplar la imagen que hay a través de ese cristal, ahora empañado por su llanto.
Una tras otra, cada lágrima cae amargamente por sus párpados, recorriendo sus coloradas mejillas y desembocando en su barbilla.
Parece que no tiene consolación. Y por ella se pasaría llorando durante el resto de su vida.
Su cabeza le da vueltas, le duele el estómago, y sus piernas le tiemblan.
Y es que no da crédito a lo que está viendo.
Lo ve allí quieto, pálido, inmóvil... Ojos cerrados, demasiado cerrados. Vacío.
Siente una gran impotencia por todo lo que ha pasado. Amargamente, suelta un grito, abatida, mientras miles y miles de lágrimas descienden por su rostro.
Está harta de todo esto. Quisiera poder ir atrás en el tiempo y arreglarlo todo para que a él no le hubiera pasado nada. Para que a Daniel no le hubieran disparado. Arreglar todo. Todo. Y sentir que esto no hubiera pasado jamás.
Cierra los ojos abatida. Aprieta su puño. Con fuerza, muchísima fuerza. Cómo si quisiera borrarlo todo sólo con eso.
Permanece unos segundos más con los ojos cerrandos, pero aún así sus lágrimas no cesan.
Aprieta los ojos. No los quiere abrir. No quiere ver la imagen que hay detrás de aquel cristal.
Verle así, es cómo recibir cien mil disparon en el corazón... Todo esto la está matando por dentro.
Pero sabe que no puede escapar de su realidad. Por más que cierre los ojos... Por más que los apriete fuertemente... Daniel no despertará, nada de esto se arreglará.
Y aunque le cueste, aunque le duela más que cientos de puñaladas verle así, aún así... Debe abrir los ojos y afrontar la realidad.
Poco a poco los va abriendo, lentamente... Esperando ver otra realidad, esperando verle bien.
Patente y desgraciadamente se encuentra con lo mismo.
De nuevo esa punzada de dolor en el estómago. De nuevo esas ganas de llorar y de desaparecer...
No puede verle así... No puede... La está matando por dentro...
Nunca pensó que pasaría algo así... Nunca pensó que lo perdería...
Y es que, aunque Daniel no haya muerto, el pronóstico que les ha dado el médico no es bueno...
''Él no está bien...'' Claro que para saber eso no hace falta ser médico licenciado... ''La herida es profunda y si en las próximas horas empeorase... Moriría...'' Mónica no se puede quitar esas palabras de la cabeza.
<<Morir>>, <<Morir>>, <<Morir>>... Un verbo que la desespera...
''Está bastante grave... Y lo que respecta a... que despierte... En estos momentos... Es... nulo...''
 En ese momento recuerda haber visto una imagen que le impactó. Javier se echó a llorar. Jamás... En toda su vida... Había podido imaginar que el primero en llorar sería él.
Pensó que ella sería la primera... Pero en su cabeza volaban demasiadas preguntas sin resolver sobre Daniel, y ya estaba sufriendo demasiado. Recuerda haberse quedado de piedra cuando escuchó aquello, sus ojos parecían haberse quedado secos... Se puso pálida como la nieve... Y sólo fue cuando lo vió, cuando se echó a llorar cómo si quisiera acabar con la sequía del mundo.
Pero en ese momento, cuando aún seguían con el médico, cuando todavía su mundo no se había venido lo suficientemente abajo, cuando le impactó aquella imagen de Javier... el médico dijo:
'' Les voy a ser sincero... Si Daniel saliera de ésta... Sería un milagro... Él está grave, bastante grave... Y les aseguro que nosotros haremos todo lo posible y lo imposible por salvarle... Pero milagros... No solemos hacer...'' Se paró un segundo y prosiguió.
''Lo que les quiero decir es... Que es muy poco posible... que sobreviva... Yo... Jamás me han gustado dar estas noticias... Lo... Lo siento de verdad...''
Fue entonces cuando Andrea cayó al suelo abatida por la situación... No tuvo las fuerzas suficientes para afrontar todo aquello...
Javier bajó rápidamente para cogerla. Se había desmayado. Entre él y el médico la colocaron en dos de los asientos de aquella diminuta sala de espera.
El médico miró rápidamente a Mónica. Estaba allí parada, mirando al suelo. Con la mirada perdida. Intentando afrontar con fuerza las duras palabras de aquel licenciado.

Mónica volvió de nuevo a la realidad. Había parado de llorar, pero el dolor por aquellos recuerdos permanecía.
Los recuerdos de aquellas dos horas antes, fluían como riachuelos de ácido que cayeran gota a gota en su cerebro hasta darle ganas de gritar.
Sí, eso era. Quería gritar. Soltarlo todo. Desahogarse de una vez por todas.
Se sentía como si, de repente, hubiera caído por un acantilado y fuera a seguir cayendo para siempre en una desesperanza creciente, para no volver a ser feliz jamás. Sin él... Ya jamás sería feliz.
Si perdiese a Daniel... la siguiente en morir sería ella.
Mira a su alrededor, debe despejarse un poco. Llorar no arreglará nada.
Va lentamente hacia la sala de espera. Sonríe levemente, Andrea ha despertado.
Javier al verla allí, se levanta a saludarla de nuevo.
Se alegra que haya optado por volver a aquella sala de espera.
Sabe que para ella no es bueno que haya visto en ese estado a Daniel. Sabe que todo esto le está haciendo sufrir mucho. Demasiado para ser ella.
Mónica llega hasta ellos y les sonríe como puede, no tiene las suficientes fuerzas como para decir un simple <<Hola>>.
- ¿Cómo estás?- Javier se acerca hasta ella.
- Eh... Bueno...- Quisiera decirle que está mal, super mal, abatida por la situación tan terrible que está viviendo, pero sabe que no puede, eso le entristecería a Javier y no quiere que eso pase.- Bien, su-supongo que bien...- sonríe forzadamente.
Javier la mira, aunque intente ocultarlo se nota que no está bien.
- No deberías haberlo visto así...
Ella permaneció en silencio.

- ¿Mónica?- Andrea se levanta y ve que ha acertado, es ella. Se alegra de verla.
- Hola.- De nuevo otra sonrisa forzada- ¿Estás bien ya? Me asustaste antes.
Andrea mira hacia abajo, cabizbaja.
- Ya... Es que...- La mira de nuevo y ve sus párpados oscuramente negros por el rimel corrido.- Y tú... has llorado, ¿no?
Mónica le sonríe y la abraza, le alegra estar con ella.
- Sí he... he llorado...Y creo que las dos sabemos el por qué, ¿no?
Ella asiente y la guia con el brazo por aquel oscuro pasillo.
- Anda vamos al baño... Te tienes que quitar eso...
- Vale...- Sonríe alegre. De repente, con Andrea, las ganas de llorar se han esfumado. Sabe que en cualquier momento volverán, pero prefiere no pensar en eso... Ni pensar en Daniel... Prefiere olvidarse por un momento de todo...
Javier las mira contento, alegre, o por lo menos lo más feliz que puede.
Le alegra verlas bien.
Separadas han sufrido como nunca, han llorado más que en toda su vida e incluso, una de ellas se ha desmayado.
Pero juntas, todo lo contrario. Juntas son felices, ríen, y por lo menos se olvidan por unos minutos de toda esa situación.
Y es que eso es lo que tiene la amistad: Por más que estén tristes, la alegría llega junto a ellas.





Mónica (Capítulo 5)

Mónica (Capítulo 5)
<<¿Porqué a él...? ¿Porqué...?>>

Andrea ^^

Andrea ^^
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