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Mónica García

Mónica García
El amor...

Daniel Fernández

Daniel Fernández
... Más imposible del mundo

viernes, 7 de diciembre de 2012

Capítulo 19

<< -¡No le dispares, déjale!- La voz de la chica suena ahogada y desesperada.
Tú miras la pistola de nuevo, ¿de verdad vas a hacer esto? Sí, se lo merece. No sabes el por qué, pero aun así... aprietas el gatillo lentamente, para que la espera de la otra chica sea más agonizante. Sonríes.
- Es lo que mereces. Por fin me vengaré de ti.- Y entonces, aprietas fuertemente el gatillo. Suena el disparo.
- ¡Nooo! ¡Dani!- La chica corre desesperada hasta él.
Ves como su cuerpo cae al suelo. Ese cuerpo herido. Ese cuerpo sangrante. Ese cuerpo... de tu ídolo. >>
Abres los ojos rápidamente.
- ¡No, no! Dani...- Tu voz suena débil y cansada
- Tranquila Keyla... Tranquila cielo...- Carmen te acaricia el pelo preocupada, mientras ve, como en sueños, sufres sin quererlo.
De nuevo, el sueño te invade. Cierras los ojos y el recuerdo prosigue.

<< Oyes a la chica llorar desesperada junto a Daniel.
Tiemblas. Un sudor frío recorre todo tu cuerpo. Has matado a un hombre.  No, peor aún, has matado al hombre al que amabas. Has matado a tu ídolo.
Escuchas a las dos chicas gritar y llorar. Una imagen impactante.
Sin darte cuenta se te cae la pistola al suelo. Estás atónita por lo que has hecho. Junto a la pistola, tú también caes al suelo. La miras, la coges. Y sin dudarlo, aprietas el gatillo otra vez.
De nuevo se escucha otro disparo. La calle se queda muda, ni un sólo ruido. Otro disparo más. Aunque ese ha caído en otro cuerpo. En el tuyo>>

- ¡Ah!- Te despiertas agobiada y nerviosa. Miras a tu alrededor y frenéticamente ves la cara de Carmen, la habitación, los tarros de suero. Sientes como si tu pecho estuviera hueco. Tragas saliva, intentando borrar la visión que has tenido que predecía tus desmayos.
- Por fin has despertado.- Carmen te mira cariñosamente desde la puerta del aseo de la habitación.- ¿Te encuentras bien, Keyla?
Tú sonríes sin apenas ganas y te levantas cuidadosamente de la cama. Te acercas hasta ella y le miras preocupada.
- He tenido de nuevo esa pesadilla.

~ En un lugar más alejado del hospital, en el centro de la ciudad...
- ¡Taxi!- Raúl mueve los brazos estrepitosamente para llamar al vehículo.
Éste cruza la calle sin problemas. Aunque hay raya continua, al taxista no parece importarle. Rápidamente se acerca a la acera y frena. Raúl abre la puerta y entra.
- Gracias.- Una pequeña sonrisa y se acomoda en el asiento.
- ¿A dónde le llevo?- La voz del taxista es grave, pero a la vez agradable y peculiar.
- Al hospital 12 de Octubre.
- De acuerdo, pues como el señor mande.- La voz y el entusiasmo que añade el taxista a la frase hace sonreír a Raúl.
Durante unos segundos los dos se quedan en silencio, solo se oye el ruido de la radio de fondo.
De repente suena un pitido que hace sorprenderse a Raúl, es su BlackBerry. La saca de su bolsillo y mira el mensaje que le ha llegado al WhatsApp:
Raúl tío, ¿dónde te has metido? Marcos está cabreadísimo contigo. La has hecho buena...
Y un emoticono sacando la lengua es el que finaliza el mensaje. Es de Luis, al parecer Marcos se lo ha tomado bastante peor de lo que esperaba. Pero tampoco le importa demasiado. Ese ahora no es el tema que más le preocupa. No piensa volver por allí. Ahora sólo se preocupará de la chica de la que está enamorado. Cuando se le ocurrió la idea, estuvo dudando en si ir o no, pero ahora lo tiene más claro que nunca. Va a ir a ver a Keyla al hospital y le va a declarar su amor.

~En el hospital, en la habitación de Keyla, en ese mismo momento...
Carmen está sentada junto a Keyla. Apoyada en la cama, intenta consolarla:
- Keyla, cielo, tienes que comprender que eso ya ha ocurrido. Ya forma parte del pasado. No estás allí ahora, estás aquí. No vivas en el ayer, eso ya no lo podrás remediar...- Carmen sonríe levemente mientras le acaricia el pelo.- Vive el ahora, el presente. Eso es lo que vale, lo que cuenta.
- Ya pero...- Keyla mira a su enfermera aún un poco resentida.
- Mira, todos a lo largo de nuestra vida hemos tenido problemas, muchos problemas, que durante los años siguientes los hemos intentado olvidar. Después de un tiempo, los olvidamos y los utilizamos como anécdotas para contar en ocasiones especiales, en fiestas… - Carmen para un segundo y prosigue.- Lo que quiero decir es que tendrías que pasar página, olvidarte de eso ya. Eso ha pasado y tienes que asumirlo. Ya no puedes hacer nada por remediarlo.
- Y cómo pretendes que pase página, ¿eh? Me van a llevar a juicio. Y no voy a poder dejar de verle. Así, ¿cómo voy a conseguir olvidarle?
Carmen se acaricia la sien, pensativa.
- No lo sé cielo...
En ese momento, llaman a la puerta. Las dos pegan un respingo por el asombro.
- Pase, está abierta.- Carmen se levanta y abre la puerta del todo.
Keyla se queda asombrada al ver quién la ha visitado.
- ¿Da... Dani?
Éste sonríe tímidamente y entra cuidadosamente en la silla de ruedas.
- Hola.- Se acerca hasta su cama y mira a la enfermera.
Ella pilla la indirecta de éste y se va de la habitación.
- Os dejo solos, que tendréis mucho de lo que hablar.- Y tras decir esto se marcha de la habitación.
Los dos sonríen incómodos. Se miran y empieza la conversación. Es Daniel quién comienza a hablar.
- Bueno... Keyla, ¿es así como te llamas verdad?
La chica asiente rápidamente.
Daniel ríe y prosigue:
- Pues Keyla, dime, ¿te encuentras mejor ya?
- Eh... Sí, si...- Un poco confusa le sonríe. No esperaba esa pregunta de él.- Gracias.
- Me alegro.
Los dos se quedan en silencio durante unos segundos.
- Dani.- El chico fija la mirada en Keyla.- No es eso a lo que has venido, ¿me equivoco?
Daniel niega con la cabeza.
- Has venido por lo de la policía, ¿no?
- Ahá.
La chica le mira cabizbaja.
- Mira, Keyla, sinceramente yo por mí quitaría la denuncia y quedarías fuera de culpa, no me gustan estos líos...- Le mira de nuevo y sigue hablando.- Pero es que Mónica se ha empeñado en que eres tú la culpable y...
- Es que yo soy la culpable, Dani.- No duda en recalcar el <<yo>>.
- Bueno ya, pero...
- Dani, yo fui quién te disparé. Todavía no sé muy bien el por qué, pero... supongo que jamás le encontraré un por qué a todo esto.- Esboza una pequeña sonrisa de tristeza.- Yo nunca te haría daño... Y si esa vez lo hice fue por el efecto de las drogas que me hicieron tomar...- Le mira cabizbaja y prosigue.- Volviendo al tema... Yo soy la única culpable de todo esto...
- Pero...
- No, Dani, no... Yo te disparé. Te podría haber matado... No voy a negarme a ninguna condena, yo soy la única culpable...
- Bueno, si tú lo dices...
- Dani, a mí las condenas no son lo que me importan. Yo lo único que te pido es que, por favor, puedas perdonarme.- Sonríe.- Es lo único que quiero. Lo único que necesito. Por favor...
Dani le mira sonriente y le responde con un abrazo. Keyla lo recibe con sorpresa. Y se emociona. Empieza a llorar como una niña. Pero no cómo ayer. No. Ahora llora de alegría, de emoción.
Cuando el abrazo termina, Keyla se seca las lágrimas. Daniel le sonríe.
- Pues claro que te perdono. Sé que no lo hiciste intencionadamente... Bueno, sí, pero estabas drogada, así que...- Le regala un gesto cariñoso.- Lo que no te puedo asegurar...- Fija su mirada en Keyla.- Es que las chicas te perdonen, eso ya... es más improbable... Más bien, imposible.
- No pasa nada, yo en su lugar haría lo mismo. Tampoco perdonaría a la chica que hizo daño a mi ídolo... De hecho... no me voy a perdonar jamás lo que te hice...
Daniel apoya su mano en su regazo.
- Tranquila...
Keyla mira, un poco más alegre ya, a Daniel.
- Dani, en serio... ¿por qué eres así de bueno siempre con la gente?
- ¿Qué?- El chico queda asombrado por la pregunta.- ¿Qué quieres decir?
- Pues, joder, que casi te mato y aun así me tratas como si no hubiera pasado nada...
Daniel suelta una carcajada tras la respuesta de la chica.
- ¡Qué exagerada que sois todas! ¡Que no me iba a morir!
- No, que va...
- Bueno... Pero de momento sigo vivo, ¿no?
- Hombre, a no ser que yo me haya vuelto una médium y esté hablando con un fantasma...- Acerca su dedo lentamente hasta su hombro y lo toca.- ¿Lo ves? No lo ha atravesado, no eres un fantasma.- Se empieza a reír.- Así que creo que sí, que estás vivo.
- ¿Crees?
Keyla suelta una carcajada.
- Bueno vale, lo confirmo... Sigues vivo.
Los dos ríen. Cuando las risas acaban, se miran en silencio durante unos segundos.
- En serio, Dani, gracias por perdonarme.
El chico le observa sonriente.
- Bueno, me tengo que ir ya.
- De acuerdo, gracias por venir, Dani.
Daniel le sonríe y se va. Al salir, se encuentra, enfrente de él a Carmen, la enfermera de Keyla, que ha estado escuchándolo todo desde fuera.
- ¿Ya se va?
- Sí, las chicas me estarán esperando.
Carmen apoya su mano en el hombro del hombre, agradecida.
- Muchas gracias, Keyla necesitaba su apoyo. Necesitaba hablar con usted.
- No es nada, al fin y al cabo es otra de mis seguidoras, ellas son las que me dan de comer.- Carmen ríe.
- Una vida dura la de estrella de la radio, ¿no?
- Uy... No lo sabe usted bien...
Los dos ríen y Daniel se va hacia su habitación en su silla de ruedas.


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Mónica (Capítulo 5)

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<<¿Porqué a él...? ¿Porqué...?>>

Andrea ^^

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